Semanario Uruguayo elogia crecimiento de los sectores Naviero-Portuario de Paraguay

 El Semanario  Uruguayo “EL ECO” de la localidad de Carmelo, publicó en su última edición un artículo escrito por el Lic. Carlos de Arrascaeta, elogiando el crecimiento de la industria Naviera-Portuaria de nuestro país. Compartimos el contenido del artículo.

 
El Prócer Gral José Gervasio Artigas expresaba “sean los orientales tal ilustrados como Valientes”. Un claro mensaje que hace alusión a la imperiosa necesidad de educarse, de poder ver más allá del horizonte que nuestros ojos nos permiten ver, al caminar para seguir avanzando. Es una necesidad de tener la hidalguía de enfrentarse a las más adversas situaciones pero utilizando la inteligencia formada con educación.
 
Todos repetimos esta frase del Prócer, el mismo que terminó exiliado en Paraguay donde fue recibido de brazos abiertos, con el calor de una patria que le era esquiva.
 
Es en ese Paraguay donde nos detendremos a observar cómo va transitando un proceso de crecimiento vertiginoso en distintos ámbitos. Desde la economía, las inversiones, el agro, el transporte, la obra pública y la educación hasta lo que ha sido uno de los motores del país ubicado en el centro de Sud América. Un Paraguay donde, quienes nos movilizamos en el ámbito naviero y portuario podemos dar claros testimonios que ha sabido hacer las cosas muy bien y hoy cuentan con la tercera flota fluvial más grande del mundo tras Estados Unidos y China.
La flota paraguaya es operada por medio centenar de empresas, las cuales en su amplia mayoría son internacionales con más de 3500 barcazas y 200 remolcadores y un muy buen número de buques de cabotaje para el transporte de contenedores o carga a granel.
Esta flota es la que moviliza mercadería procedente de Brasil, Bolivia y el propio Paraguay hacia los puertos del Gran Rosario y Nueva Palmira donde buques de ultramar la transportan hacia otras partes del mundo. En el marco de la Hidrovía Paraná Paraguay transporta cargas que en muchos casos navegan 3000 kilómetros desde su destino hasta que encuentran un puerto con salida al mar, el cual a veces, es Nueva Palmira en otras Montevideo pero mayormente son puertos argentinos.
Estos remolcadores cuentan con la más alta tecnología a bordo, las empresas están desarrollando sistemas de gestión marítima basadas en normas internacionales y al más alto nivel. Ello requiere de visión estratégica y de mucha educación y formación. Ello requiere un capital humano que debe crecer para acompañar el crecimiento de la industria y están trabajando al respecto. Ello requiere ser ilustrados y valientes.
De esa forma, y siguiendo ese camino tendrán cargas, medios de transporte, una industria pujante y recursos humanos calificados.
La industria paraguaya ya no solo ha comprado grandes remolcadores de empuje capaces de movilizar 25 o 30 barcazas que se pueden traducir en cargas que alcancen las 45000 toneladas sino que ahora las construyen ellos mismos. No un solo buque sino que van por varios, no solo una barcaza sino muchas y con ello las reparaciones y mantenimientos que se hacen necesarios.
Es en dicho sentido que hoy, en Paraguay ya se está hablando de la imperiosa necesidad de cambiar y adecuar la formación de sus marinos y del personal en tierra de las empresas navieras. Ya no alcanza con un marinero que tome un cabo y lo haga firme a una bita, hoy se requieren profesionales a bordo.
Que sus buques tienen accidentes, eso es algo indudable, más aún con esa flota por supuesto que hay incidentes, la pregunta es procentualmente cual es la cantidad de accidentes y así podremos compararla con la nuestra o de otros paises tal vez.
Muchos uruguayos aún no captan el desarrollo naviero y portuario de Paraguay y ello lo consideramos un grave error dado que deberíamos tomar nota de las cosas bien hechas y que son dignas de observación para poder implementarlas aquí.
Tomar esas medidas requiere de dos cosas: ser ilustrados y ser valientes.
Ser valiente no es cortar puertos, ni obligar a que tomen nuestra gente a prepo, como tampoco es parar cargas en los puertos para ejercer presión, eso es otra cosa pero no es valiente y mucho menos es ser ilustrado porque el dueño de la carga buscará otros puertos y nos quedaremos sin el pan y sin la torta.
Hace dos años en un simposio expresamos que debíamos obsevar detenidamente la evolución de los puertos y las medidas adoptadas en Argentina con relación a la política portuaria, porque de ella dependían nuestros puertos.
Hoy, nos animamos a decir que si no adoptamos las medidas adecuadas para fomentar, intentivar y promover el desarrollo fluvial como un verdadero cambio en la educación de nuestros mmarinos para convertirlos en verdaderos profesionales quedaremos rezagados y solo nos quedará, ir a la costa a sacarle fotos a los buques que navegan nuestras aguas y contemplando el atardecer.
Fuente: Paraguay Fluvial